domingo, 13 de septiembre de 2015

Experiencia gastronómica: La Cascada de Puerto (Lanzarote, Puerto del Carmen)

Bueno, esta es mi primera entrada en el blog que acabo de crear. De hecho, hace tiempo tenía la idea de ser una especie de "bloggera pastelera" y creo que ahora es el momento perfecto.  Quiero dedicar esta entrada a un restaurante que  me impactó en mis vacaciones y como no puede ser de otra manera, precisamente el tema de postres me empujó a decidirme.  Hablo de restaurante "La Cascada de Puerto", en Puerto de Carmen en Lanzarote  www.restaurante-lacascada.com

Para mi, la calidad de un buen restaurante determina los postres: si hay postres bien elaborados y presentados y además son buenos, este restaurante merece mi atención. Y no hablo de algo sofisticado, estoy hablando de los clásicos de siempre, correctamente ejecutados y si además tienen una pizca de atrevimiento, mejor que mejor. El tema de los postres, en mi opinión  se queda bastantes veces apartada, diluida, como si la carta principal ya es  la condición de éxito. Y tal vez lo es para otros, pero no es para mi. 

Pues esto, voy a describir mi experiencia gastronómica de este restaurante desde el final, es decir desde la carta de  los postres. Al entrar en restaurante, en la vitrina de la izquierda algunos de los postres ya están expuestos y aunque no fueses un amante de los mismos, te aseguro que tu atención queda captada. Sin embargo, lo mejor viene después, cuando al acabar la comida o cena, te presentan la carta de postres que tiene al menos 20 nombres, cual es más apetecible, entiendes que este sitio es (con mayúscula) Bueno de verdad. El tiempo de preparación del coulant es de 15 minutos aproximadamente, tal y como tiene que ser cuando quieres conseguir que la lava de chocolate se desciende lentamente al entrar la cuchara. El sorbete de limón  es perfecto, no te hiela los dientes, es cremoso y suave, tiene el aroma de limón pero  no amarga. Y si eres un amante de mojito, el sorbete de mojito es tu elección perfecta. El pastelero quien los elabora es de origen cubano, por esto el mojito está como tiene que estar, en su punto.... de postre. La correcta elaboración del coulant me conquistó sin duda pero el helado casero de  higos era simplemente sublime: es algo entre helado y postre o tal vez "postre helado"?. No se puede describir, hay que probarlo: cremoso, con el azucar equilibrado y nada empalagoso, es decir, buenísimo. Me quedé con las ganas de probar el helado de tomate acompañado con el rulo de cabra pero casi que mejor porque así,  tengo  una excusa perfecta para volver. 

Bueno, después de escribir  lo que más me apasiona, obligatoriamente hay que destacar la carta, que no es una carta, son varias (sugerencias, internacional y la carta de compromisos), además de los platos que te explicarán al tomar la nota, por si todavía no sabes que escoger. Es impresionante tanto la variedad de los platos a elegir como la calidad de materia prima: tártar de atún, tempura de calamar en su tinta (curiosa y muy interesante combinación) con salsa de piquillos, la ensalada templada de langostinos con el bacon crujiente,  las vieras con salsa de mojo de almendras, el pulpo frito al miel de los mojos y como no, todo el tema de las mejores carnes y pescados preparados casi a gusto de cada uno y una calidad que creo que es difícil de superar y encontrar. La chuleta de ternera lecha al grill estaba para chuparse los dedos y esto que yo no suelo comer la carne (:-).
Curioso que cuando entras en el restaurante y te presentan la carta, te presentan también la carta de "compromisos". Curioso, no? Pues a mi también me lo pareció y lo que vi es que se describía la procedencia de las carnes, pescados y hortalizas. La mención especial tenía el tema de tratamiento de atún por el tema de anisakis. De verdad, no sé si todos lo leen pero a mí me llamó atención. No es que lo pregunté siempre pero cuando lo sabes y así presentado, entiendes que es importante.

 Por último y no por ello, menos  importante, es una  cosa más que  no puedo no mencionar (tal vez tenía que estar en cabeza de la entrada), es el tema de equipo humano y absolutamente sorprendente  gestión de restaurante. La variedad de restaurantes para comer o cenar en Lanzarote y en concreto en Puerto de Carmen, es tan grande que, me atrevería a decir que  ni en un año es posible probar todos los sitios. Este restaurante cada noche estaba lleno pero este "pequeño detalle" no impedía a las personas que te recibían tratarte como si fueras el cliente único. Al menos así me he  sentido. Te atendían enseguida, te pedían esperar y te buscaban la mesa. Lo digo porque ya tenía varias experiencias en otros sitios, me refiero de quedarnos en la puerta esperando, varios camareros pasando al lado, saludándote y  ni aun así te prestaban atención. Finalmente, marchábamos. No pongo el nombre de este tan famoso (y caro) restaurante de Puerto de Carmen para no herir la sensibilidad de nadie, en el cual estábamos esperando un buen rato junto con la otra pareja de ingleses para cenar y  tuvimos que marchar. Al irnos, mirábamos atrás y durante varios minutos vimos a aquella pareja de pie esperando sin ser atendida. Y no es que el restaurante estaba lleno... Pues volviendo a la atención  de La Cascada, hay que destacar este trato humano que nos ha sorprendido. Las veces que hemos ido a cenar (y eran unas cuantas) nos hemos sentido cuidados, únicos y especiales. Nos preguntaban si nos gustaba, si todo estaba a nuestro gusto, si necesitabamos algo más. Lo que nos llamó además la atención y esto es absolutamente para tomar la buena nota, es la gestión del restaurante. Ahora me explico. Cada persona tenía su tarea. Esto no quiere decir si había  que recoger la mesa no le ayudaban los demás compañeros. Una vez cuando el jefe de sala tomaba nota de tu pedido, previamente informándote y aconsejándote los platos, un/a camarero/a detrás de otro venían para servirte el vino, ponerte cubiertos, traerte los aperitivos. Una vez acabados los entrantes, había el cambio de platos, sin prisas pero con los tiempos tan correctos que te sorprendes como todo está mimeticamente gestionado. Los segundos platos tardan no más que el tiempo de preparación de los mismos y a pesar de las cocciones diferentes (pescados y carnes), te lo sirven a la vez, de forma que ninguno tenía que esperar al otro. Y esto no pasaba solo con platos de carnes o pescados, hemos observado lo mismo para espaguetis o huevos fritos. Todo mimeticamente medido, gestionado y calculado, sin tiempo muerto, ni prisas de agobio. De verdad, es impresionante. No he visto esto antes en ningún sitio. Tiene que ser normal pero de verdad es sorprendente. No había nadie parado, los platos salían de la cocina sin parar, los camareros tranquilos y amables. Y esto que no hablo de un restaurante con las estrellas Michelin y etc.... aunque si fuera por mi, se las daría todas solo por la organización que tienen y por gran equipo que he visto. Si uno tiene la posibilidad de observarlo, merece la pena. Todo una buena  lección de gestión. 

En resumen, me gustaría agradecer a mi restaurante favorito, porque ahora sí lo es y creo que será difícil que otro lo podría mejorar en todos estos puntos mencionados, esta experiencia buenisima que he tenido y lo mucho que he disfrutado cenando allí y si estas vacaciones he disfrutado, es también  gracias a ellos. No cambien,   al menos si no es para mejorar.